De inspiración japonesa, esta crema facial representa nuestro lado más zen.
En ella recuperamos la sencillez, la simplicidad, miramos hacia lo fundamental y nos desprendemos de casi todo para, paradójicamente, "poseerlo todo".
Sin perfumes, ni aceites esenciales, ni colorantes.
Pero cuya suavidad y dulzura nos recuerdan que la belleza es sencilla.
Una crema para detenerse un momento.
Para relajarse.
Para respirar profundamente.
Para ver el lado pacífico, tranquilo y apacible de la vida.
El lado más zen.
Hemos elegido el aceite de camelia o aceite de té verde por su larga tradición y uso como aceite de belleza en Japón, por su dulzura y por la sensación confortable que deja en la piel. Por su capacidad para regular la hidratación evitando la sequedad de la misma, por su poder de penetración y por ser un aceite emoliente y rico que nutre profundamente las pieles secas o muy secas, las pieles frágiles y finas o desvitalizadas.
La leche de arroz porque "alimenta" literalmente la piel, la nutre y la aclara, mejora su hidratación gracias a que contiene lípidos, proteínas, minerales y azúcares que fortalecen la adhesión entre las células y porque es una estupenda barrera contra los radicales libres.
El extracto de nenúfar blanco por los principios hidratantes, purificantes y antioxidantes de sus flores (vitamina C, proteínas, minerales, mucílagos, flavonoides y taninos). Y por su origen asiático.
El gel de lino por su enorme capacidad emoliente e hidratante sobre la piel.

Fuentes: http://kamelyaaromacosmetique.wordpress.com/2011/12/20/huile-de-the-vert/, http://www.artedehoy.com/html/zen.html
15 burbujitas:
Sencillamente genial!!! Besos
Karuna!
Me alegro de que te guste, estoy descubriendo mi lado zen... ;)
Un beso.
"La sencillez es la grandeza" tu crema es sencilla, bella y muy grande!!
Gracias por compartirla, besitos...
Tiene pinta de ser muy ligera, además cada vez estoy más convencida de que la belleza reside en la sencillez en todos los sentidos.
Jolin,como me ha gustao.
Gracias, Yohanka :) Me apetecía una crema que me recordara que conviene pararse, relajarse y pensar bien en cómo emplear tu energía. O como decía un amigo mío "muy zen": guarda tu aliento para enfriar el té ;)
Besos!
Sí que lo es, Hebe, al tacto y en la piel. Como decía en otro post, la sencillez a menudo lleva detrás un proceso muy elaborado ;)
Un beso.
Tu sinceridad me desarma, Arantxa, jaja
Un beso enorme :)
Tiene una pinta estupenda!
Gracias Agu.
He tenido la suerte de pasearme por tu blog: me inspiras!;)
Un beso.
Me encanta el nombre que le has puesto que invita a la relajación ¡ y a probarla! Muchos besitos.
Gracias, Raquel, podemos aprovechar para relajarnos mientras nos la aplicamos ;)
Un beso!
Qué buena pinta!! sólo con la foto me imagino lo bien que debe sentar a la piel, se ve tan ligera... y el olor debe ser tan sutil y relajante... un abrazo!!
Gracias Silvia! Sí, de tan "zen" que es, casi ni la notas al usarla, jaja, pero deja una sensación muuy agradable ;)
Besos!!
<3 <3 <3 <3
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