Mantecas vegetales

  
Las mantecas vegetales, al igual que los aceites vegetales, se pueden utilizar solas o se añaden en las composiciones de los productos cosméticos naturales, aunque son de consistencia más sólida y cremosa. Estos ingredientes son un verdadero regalo de la naturaleza y poseen abundantes propiedades beneficiosas para la piel. Su utilización, aunque conocida desde hace miles de años, ha comenzado a emplearse en Europa hace relativamente poco tiempo.
La mejor propiedad de estas mantecas es su alto poder nutritivo tanto para la piel como para el cabello y se utilizan en la elaboración de diferentes productos como lociones, cremas, champús o bálsamos. En esta lista aparecen las más utilizadas en cosmética.



1. Manteca de cacao

Además de su aroma poderoso a chocolate, esta manteca reúne todos los activos presentes de forma natural en sus granos (polifenoles, teobromina...). Es un potente antioxidante, lo que la convierte en la manteca ideal para luchar contra los efectos nefastos del tiempo. Devuelve la elasticidad y el tono a la piel estimulando la síntesis del colágeno; es nutritiva y protectora y su composición en ácidos grasos aporta suavidad y voluptuosidad a todos los tipos de piel. El resveratrol (compuesto de la familia de los polifenoles), los fitoesteroles y el escualeno que contiene, aportan una acción calmante. La teobromina, una molécula emparentada con la cafeína, que se haya presente también en esta manteca vegetal, tiene un efecto lipolítico reconocido: favorece la hidrólisis y la degradación de los lípidos contenidos en los adipocitos, lo que le otorga propiedades adelgazantes.

**Cuida las pieles normales a secas, las pieles maduras y posee propiedades antiedad y adelgazantes**




2. Manteca de cupuaçú

Esta manteca de potente y delicioso aroma de praliné y de cacao posee propiedades calmantes y una capacidad fuera de lo común para retener el agua y dar volumen (rellenar) las arrugas y arruguitas asegurando así una hidratación duradera. Es rica en fitoesteroles, por lo que calma y protege las pieles dañadas e irritadas y posee además polifenoles, lo que hace de esta acción combinada un antioxidante que frena los efectos del envejecimiento cutáneo. Con una ligera capacidad de absorción de los UVB, es además emoliente y co-emulsionante (ayuda a estabilizar las emulsiones). Sus características son similares a las de la manteca de cacao y puede utilizarse en lugar de ésta o para completar su acción. Uno de sus rasgos distintivos es que da una textura untuosa y fundente a las preparaciones, sin dejar una capa grasa sobre la piel.

**Para el cuidado de las pieles muy secas, irritadas, dañadas o las pieles maduras**





3. Manteca de karité

   Extremadamente rica en insaponificables y en vitaminas, de tacto bastante duro y rica textura. Su composición en ácidos grasos le otorga propiedades hidrantantes y nutritivas muy importantes. Pero es sobre todo su fracción insaponificable (la más elevada comparada con otras mantecas vegetales) la que la convierte indiscutiblemente en la manteca ideal para estimular la cicatrización, proteger de los UV y calmar y aliviar las pieles irritadas. Así pues, protege la piel de los daños solares gracias a la presencia de kariteno, vitamina A y alcoholes terpénicos que absorben una parte de esos rayos UV y refuerzan la actividad de los filtros solares; tiene una acción antiinflamatoria que alivia y calma las irritaciones (fitoesteroles); previene las alergias al sol; facilita la cicatrización gracias a los alcoholes terpénicos y a los fitoesteroles que contiene; hidarata y nutre la piel en profundidad; es un regenerante cutáneo que revitaliza los tejidos y le devuelve su elasticidad a la piel y prolonga además el bronceado.

**Está indicada para todo tipo de piel, pieles irritadas que han sufrido alguna agresión (irritación del afeitado, depilación...). Labios y zonas secas del rostro y del cuerpo, pieles expuestas al sol o a condiciones climáticas extremas, cuidado de las manos expuestas a algún tipo de productos agresivos (químicos, mecánicos...)**





4. Manteca de mango


Esta manteca es una vedadera delicia aplicada en la piel. Tiene una textura muy blanda que deja la piel satinada, suave, firme y flexible. Es emoliente y mantiene la hidratación de la epidermis; es regenerante y antioxidante preservando del envejecimiento prematuro. Es además calmante, y ayuda a la piel a reestablecer su composición en lípidos y a rehidratarse después de una exposición a las agresiones externas (frío, sol,...). Es asimismo rica en ácido isoesteárico y se adapta perfectamente a los cuidados capilares del cabello deteriorado, áspero o encrespado; aplicada en pequeñas cantidades, esta manteca combate las escamas, aporta brillo al cabello y previene las puntas abiertas.

**Cuida las pieles secas, desvitalizadas o deshidratadas; las pieles maduras con tendencia a resecarse y las pieles fláccidas o relajadas**





5. Manteca de murumuru

Es una manteca nutritiva, protege la piel de la deshidratación restaurando su barrera hidolípica natural. Su composición revela una fuerte concentración en ácido láurico, que posee la particularidad de tener una muy fuerte afinidad con las proteínas del cabello, por lo que es muy adecuada para nutrir los cabellos secos y dañados. Es también muy dura a temperatura ambiente pero se funde rápidamente en contacto con la piel, lo que la convierte en ideal para elaborar además bálsamos y sticks labiales.

**Indicada para las pieles secas y estropeadas y labios y zonas secas del rostro y el cuerpo**





6. Manteca de kokum

Esta manteca tiene propiedades nutritivas y protectoras y regenera y devuelve el tono a las pieles secas y cansadas. Es un excelente emoliente que deja la piel suave, flexible y aterciopelada. Es una manteca agradecida y fácil de utilizar para elaborar cosméticos caseros ya que, gracias a su composición equilibrada en ácido esteárico, palmítico y oleico, permite obtener fácilmente bálsamos untuosos con un tacto fundente muy agradable, homogéneos y lisos (no granulosos) que no dejan la piel grasa en capas finas. Co-emulsionante, espesa y enriquece las preparaciones cosméticas.

**Para las pieles normales a secas y el cuidado de las pieles maduras faltas de tono. Piel cortada o grietas**





7. Manteca de sal

La manteca de sal, extraída del Shorea robusta , un árbol originario de la India, ayuda a regenerar los lípidos de la piel y la protege así de la deshidratación. Es nutritiva, con una acción antiinflamatoria que alivia y calma las irritaciones y una composición próxima a la de la manteca de cacao. Muy utilizada por sus propiedades emolientes, es una manteca bastante dura que permite elaborar emulsiones muy estables. Posee la particularidad de fundirse muy rápidamente en contacto con la piel y se obtiene una textura que penetra con rapidez, muy adecuada para realizar nuestros bálsamos de masaje y otros cuidados corporales, faciales y labiales. Es además muy estable a la oxidación y se conserva largo tiempo, y un co-emulsionante que estabiliza y espesa las emulsiones gracias a su contenido en ácido esteárico.

**Para pieles normales a secas y pieles maduras**





8. Manteca de tucuma


Esta original manteca perfuma la piel con un olor delicioso de café con leche y caramelo. Desde el punto de vista cosmético, es un excelente emoliente que aporta un tacto suave y flexibiliza la piel. Fuente natural de carotenoides, es muy adecuada para preparar cremas o bálsamos antes y después de exponer la piel al sol. Nutritiva, aporta una protección contra la deshidratación y activa y prolonga el bronceado de forma natural. Tiene además un tacto muy agradable y fundente que no deja la piel grasa y desempeña el papel de co-emulsionante (permite elaborar emulsiones muy estables). Por otro lado, su fuerte concentración en ácido láurico, ácido graso que tiene una gran afinidad con las proteínas del cabello, la hacen ideal para nutrir y embellecer el cabello seco.

**Para todo tipo de pieles y para las zonas muy secas y ásperas del cuerpo**


9. Manteca de aguacate

Esta rica, y suave manteca se obtiene de la pulpa del aguacate. Contiene vitaminas A, B1, B2, D y E y funciona bien en jabones, cremas, lociones o bálsamos labiales. Posee un tacto que se funde fácilmente en contacto con la piel y es apta para los cuidados tanto de la piel como del cabello.

La fruta del aguacate contiene un aceite no saturado que rehidrata la piel, calma las capas superiores de dermis y es ideal para la piel seca, agrietada o descamada y para combatir el envejecimiento. El aceite del aguacate es reconocido por sus propiedades antiedad sobre las arrugas y líneas finas y por su acción cicatrizante. Ayuda además a proteger la piel de los rayos UV.  Es también muy adecuada para el cabello seco al que nutre y suaviza.

**Indicado para las pieles deshidratadas, desvitalizadas, resecas, agrietadas o con escamas; para la piel frágil del contorno de ojos o el cuello, pieles maduras y estrías o cicatrices**